martes, 29 de julio de 2008

Mediocridad Periodística

Ya conocíamos algunas cosas acerca de la mediocridad periodística, aquellas que solo se valen de falacias para sobrevivir todos los días, esas que solo para aumentar las ventas de sus panfletos acusan y ofenden la integridad de algunas instituciones, no diré pues que la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de la que soy alumno sea la mejor institución con alumnos perfectos y con un espíritu transparente, diré que es una institución que con sus 457 años a sido parte desde siempre de la historia del Perú y que en las últimas décadas a sido testigo de miles de injusticias que la han afectado enormemente, pese a esto el fenómeno social de la mediocridad infectó a la decana de América con un instrumento muy potente y persuasivo “el estado dictador”, aquel que puso en desequilibrio la producción científica y humana de mi alma Mater. Ahora que estamos en crisis, estos periodistas mediocres acusan sin solventar alguna capacidad de solución de la que hoy necesitamos todos, creo que se olvidaron que la información transparente es compromiso moral de todos aquellos que se valen del periodismo, ¿que ha pasado con la prensa peruana?, ¿que a pasado con la información?, ¿acaso solo con tal de vender algunos panfletos más no les importa que el Perú se destruya con tanta información basura que proporcionan?. Incluso personas que tenían merecido respeto por su capacidad de crítica se han contagiado de esta fiebre mediocre, y están dispuestos a destruir no ha construir y desconozco sus fines, aunque el fin más cercano a ellos es lo personal. Criticar no es sentarse a escribir falacias, criticar es analizar el problema y señalar cual es el verdadero entendimiento de algo, peor aun si se involucra a una institución. Digamos que Tratemberg tuvo razón al señalar la crisis universitaria por la que pasa San Marcos y que de alguna manera como lo he señalado ya anteriormente, contribuye a la reflexión de ver el problema real y no disfrazado, por esto todos aquellos estudiantes, docentes, y entre otras personas que nos afecta el comentario de su artículo, sostuvimos pequeñas conversaciones a fin de reflexionar acerca de el problema de nuestra casa de estudios, lo que fue productivo ya que nos comprometimos particularmente en tratar de solucionar en algo el problema, el compromiso no fue de manera grupal, pero si era un compromiso individual de carácter moral con nuestra casa de estudios. Los más afectados fueron aquellos que representan a la universidad, estos intentaron hacer un pronunciamiento que solo condujo a más y más mediocridad, yo digo que fue un impulso natural, porque si lo hubieran pensado (esto literalmente significativo), no hubieran escrito el panfleto dirigido a Tratemberg, y no hubiera salido a la luz el mediocre de Levi con aquel panfleto al que esta dirigido mi comentario.

Parece que en estas últimas décadas estamos siguiendo los pensamientos de Nietzsche, no se sorprendan, ahora todos los que leen más de 20 libros en el Perú se creen superhombres, con capacidad puritana de denunciar cualquier pronunciamiento y catalogar de burros a todo el que se le cruce, “mediocre” pues el que cree tal artimaña y el que hace lo que estoy escribiendo, ¿donde queda su capacidad de crítica? ¿en un insulto?, pero después de todo, que se puede esperar de la mediocridad periodística, mejor antes de hablar o escribir primero hay que pensar.

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